Spanish Recordings

-¡Alo!
-Cómo lo encuentro?
-Si… ¿Para quién son?
-Qué quieres?
-Paolo ¡lo siento! ¡Estoy aquí pero no sé dónde está! ¡No veo a nadie!
-¡Sí, sí, claro!
-¿Qué?
-No, yo… los tenia... pero
-No me das miedo. ¡Tomaré el tren por la noche y me voy de esta ciudad!
-No les disparas, verdad?
-Dice que todo lo que su gente quiere es el dinero. Recibido el dinero se va.
-Un millón. Supongo que no sea ningún problema.
-Incluye lo que te debo yo. Pues estamos en paz.
-Entonces es todo.

¿Qué es esto? Esto es un sombrero. ¿Cómo es* el sombrero? El sombrero es negro.
¿Y qué es eso? ¿Eso es una silla. ¿Cómo es la silla? La silla es amarilla. ¿Y cómo es
el armario? También el armario es amariollo. ¿Cómo es el tintero? El tintero es verde.
¿Y cómo es la tinta? La tinta es como el tintero, también es verde. ¿Qué es aquello?
Aquello es un teléfono. ¿Cómo es el teléfono? El teléfono es blanco. La ventana es blanca.
El abrigo es gris. La pluma es gris.

Grabo cada clase porque a veces no recuerdo cómo Lucy explica cómo usar unas palabras.

Cuando los niños plantan las semillas, las envuelven con la tierra y les dan mucho agua.

El abogado comete un crimen cuando aparca su coche en el césped delante del juzgado pero siempre evita una multa.

Los hombres de negocios acuerdan el precio del edificio pero el banco no le presta dinero a uno de ellos para comprarlo porque está en un barrio malo.

El niño suplica a Dios y le pide más tiempo porque su hermano nace mañana, es el cumpleaños de su madre embarazada y solo tiene un regalo.

Cada vez, después de salir de mi casa hacia el hogar de su madre, descubro que mis hijos dejan sus cosas en todos los rincones de la casa.

A mis hijos les recomiendo no olvidar limpiar su dormitorio si valoran las cosas que suelen tirar por el piso.

El jefe niega que dicta el mensaje controvertido a su secretaria y ahora se defiende contra los que dicen que debe salir de la empresa.

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---De todas formas – graznó la gaviota ---, no podéis ir remando hasta Africa. Está muy lejos.

---En este caso, no sé qué vamos a hacer – gimió Saltarín--. Tengo que llevar a mi amigo Jumbo a Africa porque echa de menos a su papá y a su mama.

--Aquel transatlántico va a Africa—dijo la gaviota, señalando con un ala--. Me acercare volando hasta él y os arrojaré un cable remolcador. Si lo amarráis a vuestra barca, os llevará remolcados hasta Africa.

La gaviota hizo lo que había dicho y Saltarín amarró la cuerda de remolque a la parte delantera de su barquita. Después, él y Jumbo se sentaron cómodamente para disfrutar del largo viaje, con un sol espléndido, hasta Africa.

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Cuando llegaron, Saltarín le dijo a su amigo: --Ahora, Jumbo, ¿recuerdas dónde viven tu papa y tu mama?

--Claro que lo recuerdo --- contestó Jumbo con su trompa. Y entraron al trote en la selva.

--¡Eh, oye, espérame! – gritó Saltarín corriendo tras él.

Cuando llegó al lado de Jumbo, Saltarín pegó un brinco en el aire, hizo un salto muy alto y aterrizó sobre el lomo de Jumbo.

Todos los animals de la selva que estaban mirando, se rieron y aplaudieron al ver el truco de Saltarín. Es decir, todos los animales, menos una serpiente cobra que estaba celosa de Saltarín y Jumbo porque eran tan queridos por todos los animalitos.

Durante 30 días, no dije ni una palabra en inglés. Sólo en castellano. Después de un mes, me di cuenta que podía comunicar casi todo lo que necesitaba en este idioma. Claro que hablaba muy mal y olvidaba palabras, y hacía muchos errores

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--¿Quieres volver a casa con tu papa y tu mama?—le preguntó Saltarín al elefantito.

--sí --- dijo Jumbo, moviendo la cabeza muy enérgicamente. Lo hizo con tanta fuerza, que sus enormes orejas levantaron una fuerte corriente de aire que hizo perder el equilibrio a los monos que estaban hacienda su número.

--muy bien—dijo Saltarín--. Pues yo te ayudaré a regresar a tu casa.

Saltarín cumplió su palabra. A la mañana siguiente él y Jumbo abandonaron el circo antes de que se levantaran los demás, y echaron a andar hacia el Puerto.

Pero ¡ay!, aunque había barcos que iban a todas partes del mundo, no vieron ninguno que fuera hacia Africa.

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Sin embargo, descubrieron una solitaria barquita de remos entre los enormes barcos de carga.

--Me parece que esta barquita tendrá mucho gusto en llevarnos a alguna parte --- dijo Saltarín, subiendo a bordo--. Vamos Jumbo, voy a llevarte remando hasta tu casa.

Pero incluso los elefantes pequeñitos pesan mucho, y en cuanto Jumbo se sentó en la popa de la barca, la parte de proa se levantó saliendo del agua.

El pobre Saltarín apenas conseguía hacer llgar los remos al agua. Así, resultaba muy difíil remar. Trabajó mucho durante una hora y, entonces, Saltarín le preguntó a una gaviota que pasaba: --- Por favor, ¿está muy lejos todavía Africa?

--Cua, Cua, Cua --- contestó la gaviota, riendo --. ¡Pero si acabáis de salir del puerto nada más!

Los placeres de viajar con niños

Nosotros estábamos en el aeropuerto de San Francisco y esperábamos subir a nuestro avión para ir a Buenos Aires. Había muchas personas diferentes en la sala de espera, entre ellas una madre con tres niños pequeños. Ella estaba cansada, pero sus hijos corrían por la sala de espera.

Por fin, la azafata anunció que nuestro avión iba a salir. La familia se subió al avión y las azafatas les abrocharon los cinturones de seguridad a los tres niños. Yo me senté en mi asiento y empecé a hablar con el viajero a mi lado. El avión despegó y me dio miedo. Muy pronto los niños descubrieron el botón para llamar a la azafata. Las azafatas se enojaron con los niños. El avión aterrizó en San Diego después de sólo treinta minutos, pero me parecieron varias horas.

Viaje de estudios

Cuando yo tenía 20 años, yoviajé a España con un grupo de treinta estudiantes de las universidades de Indiana y Purdue. La experiencia fue maravillosa.

Nosotros viajamos de Nueva York a Madrid en un vuelo de Iberia. El vuelo duró sólo unas seis horas, pero todavía me acuerdo de cuán cansado yo estaba al llegar. En grupo, nosotros fuimos en autobús del aeropuerto de Barajas a la universidad. Allá el director del programa nos encontró y nos dio la bienvenida.

Descanso de los estudios

Pablo estudiaba cuando Soledad entró en el cuarto. Le preguntó a Pablo si quería ir al cine con ella. Pablo le dijo que sí porque se sentía un poco aburrido con los estudios. Los dos salieron rápido para el cine. Vieron una película cómica y se rieron mucho. Luego, como hacía frío, entraron a un bar y tomaron un chocolate. Eran las dos de la mañana cuando por fin regresaron a casa. Soledad se acostó inmediatamente porque estaba cansada, pero Pablo se puso a estudiar otra vez.

Problemas con la calefacción

Cuando Ester se levantó, hacía mucho frío en su apartamento. Cerró con cuidado todas las ventanas, pero todavía tenía frío. Parecía que la calefacción no funcionaba. Se preparó una taza de té, se puso otro suéter y llamó al dueño del edificio para decirle lo que pasaba. El dueño le dijo que ya lo sabía y que un técnico iba a venir en seguida. Mientras Ester lo esperaba, llamó a su amiga, quien era su vecina, para saber qué hacía para abrigarse.