A continuación les vamos a presentar a dos personas que están unidas por sangre, y por una historia común, aunque no se conocen. Uno vive en los Estados Unidos, y el otro, en México.
Se trata de dos de los nietos del héroe revolucionario Emiliano Zapata. Uno se quedó en su país desentrañando el legado de su abuelo. El otro, emigró a los Estados Unidos siguiendo el camino de millones de sus compatriotas.
Eso el corresponsal Raúl Bernard nos cuenta qué une y qué separa a estos dos hombres con un mismo espíritu rebelde.
Alejandro Zapata tuvo suerte este día porque consiguió trabajo como ayudante en la reparación de un techo.
"Acá llegamos sin saber nada y aquí aprendemos un oficio y se acaba ese oficio y aprendemos otro."
Zapata, de cuarenta y seis años trata infructuosamente de tener un empleo fijo. A veces es mesero, otras plomero, o carpintero.
Como muchos, dice que atravesó el desierto de Arizona por más de cuatro días, huyendo de la situación de inseguridad, pobreza y abandono en México.
Él vive modestamente en este apartamento rentado en Dallas, Texas. Y comenta que por ahora no tiene planes de regresar.
Separados por la distancia y sin conocerse, un primo suyo se parece a él por su espíritu rebelde.
"Aparentemente tenemos libertad, pero salga... salgamos cualquiera, aquí en Guardavaca a las diez de la noche y es un libertad que... está entre comillas."
Ellos creen que México necesita nuevos héroes, como los de la Revolución, para que la gente no tenga que emigrar.
"Que no hacen las leyes que protejan al individuo."
Isaías Manuel Manrique Zapata, de sesenta y siete años, es profesor en Huautla, Morelos, en la misma región donde el abuelo de ambos libró una batalla de casi diez años por la libertad y la justicia.
Ellos son nietos de Emiliano Zapata, uno de los líderes de la Revolución Mexicana.
"Él tuvo sus ideales por la igualdad, por la libertad, por defender a su gente."
"Él pensó en los montes, en las tierras, y en las aguas. Una...eh.. una repartición equitativa, y digna de los.. de los meros dueños, de los positivos dueños."
Manrique es hijo de Ana María, una de las descendientes que tuvo el General Zapata con Petra Portillo.
"¿Qué heredó de su abuelo?"
"La sangre... los esp-... el.. los ideales, el espíritu revolucionario."
Con un hogar estable y una hija, Alejandro dice que no heredó la habilidad de su abuelo para conquistar mujeres.
Alejandro es hijo de Diego Zapata, el único retoño del General con Georgina Piñeiro.
"En la Revolución, tanto los guerrilleros, como el gobierno, eran mujeriegos."
El arquitecto e historiador Ricardo Zuñiga, afirma que Zapata se rodeó de muchachas que lo amaron libremente y sin condiciones.
"La mayor parte de las mujeres estuvieron en todo el... espacio que... que.. en que se desarrolló la ... la lucha de... de Emiliano Zapata."
Desde su casa en Tlaltizapan, Morelos, donde el general pasó gran parte de su vida revolucionaria, Zuñiga ha estudiado la vida de Zapata. Dice que la leyenda comenzó cuando Zapata fue acusado de raptar a una muchacha llamada Inés Alfaro Aguilar.
A Zapata lo apresaron en un cuartel del ejército, pero ahí se ganó la simpatía de algunos oficiales por su destreza como vaquero. Desde ese tiempo lo atrajo la vida militar. Meses después de cumplir su castigo, se incorporó a la lucha como guerrillero en defensa de los campesinos. Y poco a poco, se fue ganando la fama de 'hombre recio y seductor'.
"Un hombre carismático, un hombre, eh... apasionado en lo que él planteaba."
Históricamente no hay un dato preciso y confirmado sobre la cantidad de descendientes que Zapata dejó. Pero Zuñiga cree acercarse al número de mujeres que tuvo.
"Hasta ahorita llevo contadas veintisiete personas. Que convivieron con él."
Con algunas de esas mujeres, Emiliano Zapata pudo haber procreado a por lo menos, dieciséis hijos, aunque sólo hay seis reconocidos. Reseñas históricas hablan de alrededor de treinta y nueve nietos. Sólo con Inés Alfaro Aguilar tuvo cinco hijos. Uno de ellos Nicolás, quien aparece en esta foto con su papá junto a Pancho Villa.
En dos mil nueve, al cumplirse los noventa años de la muerte del líder revolucionario, Irma Zapata, una de las nietas reconocidas, señaló que el único hijo legítimo del General fue su padre, Nicolás Zapata, y calificó a los demás como impostores.
"Una situación muy dura en esta época de historia, de mercaderes de la historia."
Algunos historiadores insisten que Josefa Espejo, fue la única mujer con quien contrajo matrimonio.
"Él nunca se casó."
Muchos reclaman ser herederos de su sangre, pero en lo que coinciden es que, la vida clandestina del héroe revolucionario, nunca le permitió tener un hogar fijo.
"Iniciada la Revolución, ya no, ya no vivió con ninguna de sus mujeres. Ninguna. Las tenía y... las visitaba."
La fama de mujeriego fue glorificada en canciones y películas, pero algunos de sus nietos, como Manrique, defienden la memoria de su abuelo diciendo que no era un hombre promiscuo.
"Él no era porque, él fuera, digamos, un conquistador nato, que las anduviera persiguiendo valiéndose del grado que él tenía, ¿no? El supremo poder de la Revolución del Sur."
"Cortejaba pero, muchas veces aquí al cuartel a Zapata le traje... traían los papás a sus hijas, para que se hiciera de ellas, porque sabían que si se hacía Zapata de una de sus hijas, él.. la hija estaba protegida."
Aunque fue el propio Zapata quien nunca estuvo a salvo. El diez de abril de mil novecientos diecinueve, en este mirador en Chinameca, Morelos, en el cual se observaba la entrada de una Hacienda donde se reuniría para hacer un alianza militar, el General Revolucionario vivió lo que los historiadores llaman 'sus últimas horas de felicidad', recibiendo a algunas de las mujeres que lo admiraban.
"Él vivió veintidós horas, veintidós horas, feliz. Hasta que llegó a que lo mataran."
Zapata cayó en una trampa y fue asesinado bajo este arco.
"Zapata muere traicionado. Totalmente traicionado. Engañado."
A partir de ese día, muchos se vieron forzados a permanecer con vidas clandestinas.
"Trataron de matar a los hijos, a la esposa, a todos los que estaban en contacto, o que eran descendientes de Zapata."
Hoy, para Alejandro Zapata, nieto del General Revolucionario, los adversarios son otros. Tiene que vivir en las sombras por ser indocumentado.
"Si tuviera a su abuelo vivo, ¿qué le diría?"
"Que me enseñara a ser un líder. Eso es lo que le diría. Un líder como él, que no se dejó corromper ni por el poder, ni por el dinero."
Lo único que heredó con orgullo, es esta foto y su recuerdo de haber prestado el servicio militar en el mismo Noveno Regimiento de Caballería del General Emiliano Zapata.
Bueno y cada ocho de agosto se celebra en natalicio de Emiliano Zapata, y este año será el ciento treinta y tres aniversario, en Morelos especialmente se recuerda con hartos solemnes.
Por su parte Alejandro Zapata dice que, de acuerdo a cómo se desarrollen los acontecimientos políticos en México, estaría dispuesto a regresar a su tierra.
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Ya volvemos con Aquí y Ahora, Historias de la vida real.
