Hay entre las sombras
un hombre que huye
falto de Dios,
falto de fe.
Dios es testigo
que no cederé
hasta verlo en prisión.
hasta verlo en prisión.
El sigue el rastro del mal.
Mío es el rastro de Dios.
A quien sigue la senda del justo
le premia el Señor.
Y a los que ya llamó Lucifer,
el fuego, dolor.
Somos una multitud.
Sois incontables,
recias estrellas.
Glorioso retén,
inmenso mar de luz
mudo y tenaz.
Sois guardianes del bien.
Sois guardianes del bien.
Sabéis qué sitio ocupáis
y vuestro curso final.
Siguiendo los siglos
giráis y giráis,
y eso siempre es igual.
Y a los que ya llamó Lucifer,
las llamas y el mal.
Y así ha de ser
y así lo escribieron
en el cielo los ángeles,
quién hizo daño y quién cayó
no puede entrar.
¡Oh Dios justicia!
Que yo lo vea
pronto en prisión.
Juro no parar.
Testigos serán
las estrellas y Dios.
que bonita