- Lorena, disculpa. No, yo no quiero que nada malo te suceda por mi culpa, pero necesito saber dónde está Juan, así que no me voy a ir de aquí hasta que no me lo digas.
-No sé dónde está Juan. Juan se llevó a Miguelito. Se llevó a tu hijo, Miguel.
- ¿Mi hijo? Querrás decir el hijo de Juan.
- ¿De dónde se te metió en la cabeza que Miguelito era hijo de Juan?
- Juan me lo confesó, Lorena. No, no vas a confundirme. ¡Ese hijo es de ustedes dos y no tiene absolutamente nada que ver conmigo!
- ¿Juan te dijo que Miguelito era su hijo? ¿Y por eso tú has mantenido todo el tiempo esa actitud de rechazo?
- Lorena, discúlpame, yo... yo no quiero que nada malo te suceda por mi culpa, pero necesito saber dónde está Juan, así que no me voy a ir de aquí hasta que no me lo digas.
- No sé dónde está Juan! Juan se llevó a Miguelito; se llevó a tu hijo, Miguel.
*
- Mi hijo? Querrás decir "el hijo de Juan"?
- De dónde se te metió en la cabeza que Miguelito era hijo de Juan?!
- Juan me lo confesó, Lorena. Ju... No, no vas a confundirme! Es hijo es de ustedes dos y no tiene absolutamente nada que ver conmigo!
- Juan te dijo que Miguelito era su hijo? Y por eso tú has mantenido todo el tiempo esa actitud de rechazo.
- Ni bien me fui de viaje, tú me traicionaste con Juan, Lorena. Qué pretendías? Que volviera con los brazos abiertos para estar contigo?
- Eres un idiota! Eres un idiota, Miguel! Quiero que te vayas de aquí! Quiero que te vayas de mi vida! Quiero que te largues de mi casa...
- No vas a engañarme como haces siempre fingiendo inocencia, Lorena!
- Miguelito es tu hijo. Tú y yo lo concebimos antes de que te fueras a ese... viaje. Miguelito lleva tu sangre, me guste o no, pero cuando pueda recuperarlo de las manos de Juan me lo voy a llevar muy lejos de aquí y vas a vivir con la tristeza de que tienes un hijo y que nunca te va a mirar a los ojos y te va a decir "papá".
- Jú-júrame que lo que me estás diciendo es cierto, Lorena. Júramelo.
- No tengo por qué jurártelo, Miguel! No tengo por qué jurártelo! Tú has debido saberlo. Desde la primera vez que lo viste has debido sentirlo, has debido saberlo, has debido confiar en mí.
*
- [Juan] le dijo que Miguelito era su hijo, que había sido producto de un engaño, de una traición y por eso... por eso Miguel desde que llegó nos ha rechazado a ambos.
- Oh Dios! Por eso todo este tiempo él... No!
- Me porté como un imbécil! Lorena yo sé que tienes muchos motivos para odiarme pero necesito que me disculpes.
- No. No te voy a disculpar, es demasiado tarde.
- Miguelito es mi hijo y yo necesito que me des una oportunidad para acercarme a él, para estar con él.
- Miguelito no sabe que eres su padre. Así es y así seguirá siendo.
- Nos puedes dejar un momento solas.
- Qué vas a decirme? Que lo perdone? Estuve un año esperando que regresara. Un año, Mariela! Y cuando regresó lo único que recibí de él fue su rechazo, su desprecio. No, no solamente me duele que me haya rechazado. Que ni siquiera quiso aclarar las cosas; a mi me duele que haya dudado de mí, de mí, Mariela, que nunca le di motivos para hacerlo.
- Ay, Lorena. Juan también te engañó a ti: viviste un año entero con un hombre y ni siquiera sospechaste la cla[se de hombre] que era. No juzgues tan fuerte a Miguel. Dale una oportunidad!
- En este momento lo único que me importa es mi hijo, Mariela, nada más.
- Yo sé, pero en Miguel puedes tener un aliado. Ahora que él sabe que es su hijo, está dispuesto a ayudarte en lo que sea.
- Yo no necesito nada de Miguel; y Miguelito tampoco.
- Lore: no es momento de rencores y orgullos. Tu hijo está en peligro y el hombre que está allá afuera llorando a mares porque no pudo reconocer a su hijo es la... solución a tus plegarias.
*
- Miguel: si quieres que te perdone necesito que hagas algo por mí.
- Haré lo que sea.
- Miguel, yo necesito que me ayudes a recuperar a mi hijo.
- Yo te lo prometo; te lo juro, te lo juro, Lorena. No, no voy a parar hasta que no vuelvas a estar con Miguelito, hasta verlo lejos de Juan. Soy capaz de hasta matar a Juan con tal de devolverte a tu hijo; a nuestro hijo.
*
- Bueno, eso es todo.
- Entonces, con mi nombramiento como gerente general, tengo absoluta autonomía sobre la compañía.
- Total y absoluta. La señora te otorgó poder plenipotenciario para manejar la compañía y sus bienes como mejor te parezca, Juan.
- Perfecto! Y en caso de que Lorena quiera oponerse a mis decisiones, tiene manera de impedirla[s]?
- Siendo tú el gerente general, la señora Lorena queda impedida de tomar cualquier decisión.
- Perfecto, señor notario! Muchas gracias.
- Quedan en libertades de terminar sus asuntos. El portero cerrará cuando se vayan ustedes.
- Bueno, perfecto. Gracias.
- Pido un permiso.
- Ya hice lo que me pediste. Entrégame a mi hijo!
- Soy un hombre de palabra: por supuesto que te lo voy a entregar. Por fin, Lorena; por fin voy a poder decirte todo lo que te he querido decir durante todo este tiempo. Estoy seguro que tú no te imaginas el odio que siento contra ti, cierto? Nunca te amé. Ni a ti, ni al mocoso de tu hijo. Para mi siempre fueron como un bien que me convenía poseer. Sabes todo lo que tuve que soportar para que me dieras esto? Tuve que actuar como el mejor padre, como el perfecto esposo, como el mejor hombre del mundo y tú ni siquiera me diste un poco de cariño! Eres fría. Qué tal las veces que tuve que soportar tus pataletas de niña consentida, tus actitudes arrogantes, tus depresiones, tus llantos! Esto me lo merezco y me lo gané a punta de sacrificio; porque bastante paciencia tuve que tener por eso me alegra que hoy salgas de mi vida. Por fin, por fin, Lorena, por fin soy libre!
- Terminaste?
- Sí.
- Entonces, entrégame a mi hijo!
- Mi amor! Mi amor! Mi amor! Mi amor! Mi amor! Y usted estaba en todo esto, Berta?
- Esta va a ser la última vez que nos veamos, Lorena. No puedo decirte que fue un placer conocerte. Adios. Adiós.
*
- Miguel!
- Hola.
- Hola. Miguel, ya todo terminó. Te presento a tu hijo. Sí, él es tu papá, Miguelito.
- Es precioso, es... el niño más lindo que he visto en mi vida.
- Tiene tus ojos; tiene tu mirada.
- Puedo cargarlo?
- Por supuesto, sí.
- Hola! Hola, hijito! Miguelito! Miguelito! Ya... ya nunca más voy a separarme de ti. Te lo juro. Te lo juro, mi amor!
