- ¡Nos hicieron mierda a todos! ¡A todos!
Este es Atilio Costa Febre, la voz del club atlético River Plate, en Radio Mitre, de Buenos Aires. Durante más de dos décadas ha seguido al club por todo el mundo. Su trabajo, su vocación, su vida profesional es River, y ha sido, hasta ahora, una vida llena de victorias. Pero en el 2011 eso cambió. Este es su relato más famoso.
- ¡Tremendos hijos de puta! ¡No me importa que esto me cuesta la… la carrera. Ya no me importa! ¡Ya no me importa!
Lo imposible, lo impensable: el club atlético River Plate, que en más de 100 años nunca había bajado de la primera división argentina descendió a la B.
- Fue algo que, lamentablemente, en mi cabeza rondaba.
Soy Daniel Alarcón. Hoy en Radio Ambulante, "La caída del River". Desde Buenos Aires Cristian Alarcón nos comparte la historia.
Sólo en Argentina River tiene 13 millones de hinchas. Ws el segundo club más popular detrás de Boca Juniors. River es el más ganador del fútbol argentino: 33 campeonatos nacionales. De sus canteras salieron grandes figuras del fútbol argentino: Pablo Aimar, Javier Saviola, Javier Mascherano. Cuando cayó River venía de varias temporadas difíciles. Un peligroso cóctel de pésimos resultados y desmanejos dirigenciales. Los "cracks" eran reemplazados por jugadores del montón y la plata se esfumaba. El final más temido llegó justo final de la temporada 2011. River jugará la promoción contra Belgrano de Córdoba. River peleaba por conservar su lugar en la primera y el equipo cordobés por subir del nacional B. Eran dos partidos. Hasta el empate le servía a River para no descender.
¿Te acordás cómo fue el día del descenso antes de partido de esa mañana, por ejemplo?
Yo para mi interior sentía que River tenía un pie y medio en el descenso cuando llegamos a Buenos Aires después del partido en Córdoba.
Esta mañana ¿qué hiciste?
Esa mañana me levanté como cualquier otro día que tenía que ir a relatar un partido, pero con ese cosquilleo de que algo malo estaba por ocurrir.
Y efectivamente algo malo ocurrió. El partido comenzó y River fue la carga. A los 5 minutos el delantero Mariano Pavón y puso en ventaja a River. Belgrano buscar la igualdad y River contraatacaba sin suerte. A los 17 minutos del segundo tiempo el monumental enmudeció. Belgrano consiguió el empate. Apenas siete minutos más tarde, a los 24, el árbitro marcó un penal para River. Pavone acomodó la pelota; quería ser el héroe que dejara a River en primera, pero el arquero Juan Carlos Olave atajó el penal. En una de las cabinas de transmisión del monumental Costa Febre explotó. Y en los últimos 20 minutos del partido contra Belgrano, cuando el equipo no podía, cuando el equipo no respondía, cuando tuvo un penal a su favor y Pavone no lo pudo convertir, ahí me di cuenta de la de la… de la caída, y que
Ese momento, el del penal, eeeh… ¿lo recordás? ¿Podés rememorando para nosotros? ¿Estaba a punto de cambiar el destino partido?
- …momento doloroso. ¡Nunca lo pensé, nunca lo imaginé! Yo me preparé como relator para contar historias lindas de River, para contar campeonatos, para calentarme con malos momentos. ¡Pero jamás para hablar de un momento tan triste como esto!
River estaba empatando uno a uno.
- …cayó. ¡Es penal, es penal!
El hecho de haber convertido ese penal la daba una chance y más de buscar otro gol para quedarse en primera división. Yo ahí me di cuenta, cuando el arquero de Belgrano taja al penal que ya no había posibilidad de futbolísticas, que no valía la pena hacer el relato formal de decidir lleva la pelota 9, se la pasa para el 8…
- Va Alameda(?) por la pelota… No puede, el pibe, ¿qué le vamos a pedir hasta el filo de las cosas, si este no es el equipo que se fue al descenso?
Y que había necesidad en parte de contarle a la gente lo que yo estaba sintiendo, que a mí me daba la sensación que era lo mismo que estaba sintiendo el hincha de la tribuna, o el hincha que estaba en la casa siguiendo el partido por la radio, viéndolo por televisión.
Entonces Atilio Costa Febre decidió contar otra historia. Me decidí a… a relatar el partido de otra manera. No a relatarlo, sino a contar lo que pasaba por… por mi corazón y también por mi cabeza. Como resumiendo los veintiún años de campaña con River y tratar de representarlo en un momento muy doloroso al hincha de la mejor manera posible.
- …baje. ¡40 minutos histórico, River descendiendo! ¡Hecho histórico en el fútbol mundial! ¡Porque no es lo mismo que River se vaya a la B, a relacionarlo con el Milan y con… la Juventus, en Italia, como algunos pechos fríos decían en las últimas horas. Si en Italia se fueron ellos. ¡Pero no entienden del componente pasional que tiene el fútbol argentino, y al no entender esto no entendés lo que significa el fútbol para la Argentina, no entendés lo grande y lo inmenso que es River!
En aquel momento sentí… todo lo que le había pasado a River en los últimos 5 o 6 años, años que llevaron a River a este desbarranque futbolístico. Me acordé de los malos dirigentes, los insulte, los traté de ladrones, de soberbio a pasarela, actualmente, de no dejarse ayudar, de todo lo que nosotros hicimos en 21 años, del sacrificio profesional que hicimos para estar con River en todos los partidos que River jugó a través de veinte y pico de años, sin importarnos si el partido era oficial, era amistoso. Recorrimos el mundo, no les importaba estar, ¡qué se yo!, en Japón, en Corea, en Europa. Con la plata justa en el bolsillo, con tal de estar cerca de River.
- Anduvimos por el mundo, ¡eh! Pero nos metíamos la mano en el bolsillo y no nos alcanzaba la plata, pero decíamos "¡tenemos que ir igual!", a acompañar a River.
Recordé todo lo que me había pasado a mí profesionalmente y cómo veía que se me caía todo.
- Y vamos a seguir. ¡Porque estas ratas que hundieron a River, y que hoy están escapando no nos van a salvar a nosotros, no vamos…!
Yo me daba cuenta en ese momento que estaba representando al hincha de River como nunca antes lo había representado. Yo tengo hitos en mi carrera, momentos en mi carrera, a ver, de relatos apasionados en grandes momentos y de relatos apasionados en momentos críticos de River, pero ese momento lo voy a recordar para toda mi vida como que yo estaba representado al hincha de River como nunca antes lo había hecho. Yo sentía a la par del corazón de cada hincha de River lo que estaba pasando con la institución en ese momento.
Aquella tarde fática Atilio Costa Febre abandonó todo los códigos del relato futbolístico. Rompió el cinismo profesional para embanderase solo como un hincha herido, algo que nunca antes había ocurrido en el fútbol argentino.
- Ahora, ¡hay que ser hijo de puta para sacudirlo a River y para reventarlo como lo reventaron! ¡Es una cosa increíble! ¿Vos ves esto…?
Hay una palabra fuerte, como muchas de las que dijiste, pero una que resonó, eee… A lo largo de esos 10 minutos, más de una vez, no podías parar de decirles ratas.
- ¿Dónde están las ratas? ¡Yo*** ratas! ¡Mandaron a River a la B! ¡Qué van a hacer con la guita que se llevaron de este club? ¡Nunca serán felices, porque es guita robada!
¡Es guita robada, es guita que le sacaron al socio, al hincha común, al tipo que vino todos los domingos! ¡Es guita que se ganaron por **** con las grandes transferencias! ¡Ladrones, ratas!
Era lo que hubiese querido decir el hincha común y no tenía un micrófono en ese momento. Yo veía el monumental y su inmensidad, y no podía entender cómo estaba descendiendo, porque ningún hincha del fútbol argentino lo entendía, ningún hincha de River lo entendía, y ningún hincha del fútbol argentino en general eee…. entendía esa situación. Fue una situación donde hoy a lo mejor me doy cuenta que es en la forma debía contenerme, pero… yo lo hacía en el momento que estaba pasando eso, y desde todo lo que quise decir en ese momento jamás en mi vida me voy a arrepentir.
¿Vos viste a gente llorando ese día?
Yo vi gente llorando con los auriculares puestos, escuchando mi transmisión. A ver, ¡claro que vi gente llorar! Claro que vi gente sufrir. Claro que vi gente que, su amor, que después de la familia y de sus amigos, sin dudas es el fútbol, y es una camiseta de fútbol eee…. lo estaba haciendo sufrir y veía que algo tan importante se le escapaba de las manos.
- ¿Adónde se van a meter ahora? ¡Que pongan la cara acá! ¡Vengan acá a la caña como toda la gente común, que no se mueve nadie! ¡Vengan acá! ¡Banda de ladrones! ¡Destruyeron a River! ¡Incapaces, mentirosos! ¡Sátrapas! ¡Nos hicieron mierda a todos! ¡A todos! ¡Tremendos hijos de puta! No me importa que esto me cueste la… la carrera. Ya no me importa. Ya no me importa. Ha terminado el partido.
Cuando terminó el partido Costa Febre se sacó los auriculares. Charló por un rato con sus compañeros y emprendió el camino a casa. Esa noche su mujer no le dijo nada. Lo miró comer y lo vio arrastrar los pies hasta la cama.
"River Plate, tu grato nombre, clamaremos con amor. Nuestra sangre está cruzada en tu blanco pabellón…. River Plate, en ese nombre, de tan dulce vibración hay un eco que estremece y agiganta el corazón... ¡Mientras viva tu bandera la izaremos con honor!"
Dos años después River Plate a vuelto a la primera división y Atilio Costa Febre ha vuelto a sonreír. Cristian Alarcón es editor de la revista Anfibia. Esta historia fue producida por Daniel Alarcón, Nancy López y Martina Castro. Radio Ambulante busca contar las historias de América Latina. Para escuchar más visita nuestra página Web, Radioambulante.org.
Awesome. Thanks again.