Noticias: “Caracol” obtuvo noticias del chamán que fue contratado en Bogotá para espantar las lluvias durante la clausura del Mundial Sub-20. Y también encontramos en media hora antes del espectáculo caía un aguacero sobre la ciudad. ¿Dio resultado lo que hizo? ¿Fue casualidad? ¡Juzguen ustedes!
Soy Martina Castro. Hoy, en Radio Ambulante, El Chamán.
Si estuviste en Colombia durante el 2011 probablemente te diste cuenta de dos cosas: de las terribles lluvias de ese invierno y del escándalo alrededor un hombre que aseguraba ser capaz de controlarlas. Melba Escobar nos cuenta más:
La historia del chamán de la lluvia comienza mucho antes, hace más de dos décadas, con una argentina llamada “Fanny Mikey”. Excéntrica, apasionada de la cultura, se muda a Colombia, donde le ocurre armar, cada dos años, durante Semana Santa, un festival de teatro al aire libre, en Bogotá, la capital más lluviosa de América Latina.
- El médico de Fanny Mikey era un cardiólogo…
Esta es la voz de Ana Marta de Pizarro, directora del Festival de Teatro desde que Fanny Mikey falleció. Tiene el pelo azul y los labios de un rojo intenso. Nos recibe en una oficina atiborrada de papeles. Resulta que en 1992, luego de un festival de folclor colombiano el médico de Fanny se enteró de los poderes de Jorge Elías González.
- Llamó a Fanny y le contó: mire, en la delegación del Tolima viene un hombre que es muy especial. Viene un hombre que viene… es de una comunidad de campesinos muy tradicionales que toda la vida han trabajado una cosa que se la radioestesia [= radiestesia]. Es muy interesante para usted, Fanny, que siempre le llueve en Semana Santa, y entonces Fanny lo mandó traer.
En esa época no era conocido como el Chamán.
- Era Jorge Elías, Jorge Elías el del clima, le decíamos. Es más, en mi agenda vieja aparece el teléfono de él como Jorge Elías el del clima.
Para controlar lo incontrolable, el clima de Bogotá, Fanny Mikey estaba dispuesta a considerar cualquier cosa. Si no se acuerdan de la radieestesia no es porque tengan mala memoria, sino porque seguramente nunca lo aprendieron en el colegio. Sin despreciar, digamos que no se clasifica como una ciencia, ni una religión; quizá más bien una mezcla de ambas. La misma Ana Marta, antropóloga por profesión, ensayó un par de explicaciones antes de quedarse con esta:
- Pues yo creo que al final de cuentas, las… por ejemplo, las tradiciones populares nuestras, ellos son los que han vivido en este planeta más tiempo y tienen una mejor relación con la naturaleza que nosotros.
En breve, puede decirse que la radiestesia es una práctica utilizada para identificar campos magnéticos. Es común que los campesinos la usen para encontrar guacas y pozos de agua.
Sea lo que sea, parece que a Jorge Elías la radiestesia le ha funcionado lo suficiente para que lo sigan contratando.
- Yo me acuerdo un año, una cosa muy bonita, que estábamos en un evento en la Plaza de Bolívar y Fanny lo llamó: “¡Que están cayendo gotas!, no sé qué…!”. Y.. “Doña Fanny, pero usted no me había dicho que estaba ya… No se preocupe, que yo le corro la nubecita”, jeje.
Según los que lo conocen, Jorge Elías González no ha cambiado mucho desde esa época. Ya por aquel entonces, como ahora, creía en dios y en la ciencia. Este padre de 12 hijos y agricultor de café, que no terminó la primaria, hoy dedica gran parte de su tiempo a lo que él llama su obra, es decir, a la inverosímil tarea de detener la lluvia a sueldo.
- Mi nombre es Helman (??) Betancour Ramírez, nací en el municipio de Dolores, Tolima; tengo 38 años de edad. A ver: a Jorge Elías González lo conocí de una manera muy curiosa, hace aproximadamente unos 15 años…
Hoy en día Helman es asesor del Senado de la República, pero ese entonces estudiaba teatro, y un día se fue con unos amigos a Corferias, el centro de eventos más grande de Bogotá.
- De repente vi a un señor que estaba moviendo un péndulo. Tenía unos… ¿qué le digo? ...unas herramientas oxidadas. Pregunté “¿Qué hacía ese señor?”. Me dijo alguien “No, es que lo contrató Fanny Mikey para que evite… para que aleje la lluvia”. Yo dije “viejo ridículo”. [Es] que me pareció algo absurdo y me reí. En la noche vi el noticiero cuando dijeron de que un hombre que alejaba las lluvias, que no permitía que lloviera, y que era oriendo de Dolores, Tolima. Entonces para mí fue muy curioso, porque yo dije… siendo paisano mío, ahora, pues me dedico a averiguar quién es.
Helman indagó en el pueblo y pueblo y se enteró de que al parecer, el interés del chamán por las ciencias ocultas venía de su padre.
- No, es un señor que se inventa unas películas… lo mismo que el papá, me contaron. El papá era como loco; se ponía a hacer cohetes de guadua, se ponía a hacer experimentos…Y, pues, acá a nosotros nos parece que eso es también absurdo. ¿Que él va a evitar de qué? ¿Que llueva? Que eso solo lo puede hacer Dios, me contaba un señor…
En Colombia el 2011 fue un año de intensas lluvias e inundaciones cataclísmicas que dejaron más de 3 millones de damnificados. Es por esto que la promesa de tener el diluvio era aún más osada [¿usada?] que en los 20 años anteriores.
- Hay más de 700 000 familias sin vivienda, más de 400 muertos. Hay un total de 16 vías cerradas y 326 con paso restringido.
Durante la ola invernal Colombia recibió a las 24 mejores selecciones de fútbol para disputar el mundial FIFA Sub-20. Poco después se descubrió un contrato por 4 millones de pesos, algo más de 2000 dólares, pagaba a Jorge Elías González para que evitara la lluvia durante la ceremonia de clausura.
En un país cuyos periódicos vienen cargados de noticias trágicas a diario, el caso de chamán causó escándalo. No importaban sus años de experiencia, ni su currículum como controlador climático. Nada. Ya nadie hablaba de otra cosa.
- Noticias: “Caracol” obtuvo noticias del chamán que fue contratado en Bogotá para espantar las lluvias durante la clausura del Mundial Sub-20. Y también encontramos en media hora antes del espectáculo caía un aguacero sobre la ciudad. ¿Dio resultado lo que hizo? ¿Fue casualidad? ¡Juzguen ustedes!
- Vamos ahora a Colombia, donde hay tremenda polémica en torno a un chaman que, supuestamente, puede detener la lluvia. Resulta que…
Poco después la Procuraduría abrió una investigación por uso indebido de fondos públicos, mientras la cara de Jorge Elías saturaba la prensa.
- …al revelarse que, aparentemente, le pagaron con ¡fondos públicos! Vamos a ver.
Y fue entonces cuando se descubrió que Jorge Elías no solo trabajó para el Mundial Sub-20, sino que también había sido contratado por empresarios de conciertos, promotores de fiestas, carreras de atletismo y otros eventos al aire libre. Pero como si esto no fuera suficiente, salió al aire este dato curioso:
- Él llamó y me dijo “Jorge Elías **** **** ***... a colaborar con el control de la lluvia para la posesión del presidente, como estaba lloviendo, están todo el día…
Este es Jorge Elías explicando que sí, que hasta el mismo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se posesionó bajo una lluvia fina que el chamán logro controlar; no completamente, claro. Las imágenes de ese día de agosto de 2010 muestran cientos de paraguas blancos bajo una llovizna persistente en la plaza de Bolívar.
- Fue una lluvia muy suave, no.. no hubo… lluvia sin importancia. Y yo le había advertido al señor que me buscó, le dije “Pues yo le trabajo y esto está muy complicado, pero… dado un momento puede presentarse de repente una lloviznita, y así fue, pero que hubiera…causado una lluvia así estragos, de eso no lo hubo.
Lo que si le llovieron fueron los medios.
- El Estado era como… acosado por el asedio de los periodistas.
Si se hizo notorio en la capital, en su pueblo, Dolores, Jorge Elías se volvió más querido. La fama, según Helman, no lo cambió.
- Si tu ves la vivienda, su vestuario, su nombre reservado… Entonces la gente, cuando la persona no es pantallera, como dicen en mi pueblo, la gente no le genere envidia.
Pero hay un detalle que hace que la historia del chamán se acerque a la farsa. En enero del 2012, ya pasado lo peor del escándalo, El Tiempo, el periódico de mayor circulación en Colombia salió con un titular que decía “El chamán que para la lluvia no pudo evitar que se inundara su casa”.
- Claro, es algo… algo muy confuso para explicar lo que… lo de él que se haya declarado víctima de la… de la lluvia, damnificado de la lluvia si… teniendo, entre comillas, el poder para poder evitar que llueva, pues estoy diciendo eso es algo absurdo. Esas dudas las comentamos a diario y las genera todo el mundo. ¿Por qué no se protegió él teniendo la posibilidad, y por qué?
El chamán, por supuesto, lo ve de otra manera. Su dios programó una catastrófica ola invernal. Eso está más allá de sus poderes.
Conocí a Jorge Elías en marzo del 2012 cuando ya era famoso. Acercase a él fue una misión casi imposible. En el parque nos sometieron a varios interrogatorios y casi llegaron a quitarnos los equipos. Estaba otra vez en Bogotá para controlar la lluvia durante el Festival Iberoamericano de Teatro. Por primera vez hacía su obra bajo la mirada de un público escéptico.
Es por eso que el estruendoso aguacero que cae el día del acto inaugural resulta bastante bochornoso para la reputación del chamán de la lluvia.
- El chamán J. E. G. solo pudo controlar la lluvia sobre su propio cielo. Él se instaló en el parque Simón Bolívar, pero la fuerza de sus gritos (¿ritos?) no pudo evitar la lluvia sobre el centro de Bogotá.
Al día siguiente, J. E. justificó su fracaso así:
- Yo estoy donde estoy porque Dios y la ciencia me tienen muy preparados. Acá hubieron fuerzas oscuras con deseos de mandar a…
Las fuerzas oscuras a las que se refiere J. E. G. son los 30 chamanes que Ana Marta y su equipo invitaron al acto inaugural.
- Mira, realmente lo de los 30 chamanes era un poquito como se… como se… se empezó a generar esa discusión que a mí me parecía un poco irrespetuosa… La manera como al final de cuentas se fue desarrollando me parecía una manera de decirles “¡Oiga!, en este país hay una cultura tradicional, y hay que respetarla y mirar quiénes son y por qué.”.
Según él, estos chamanes intentaron descubrir su obra.
- Yo cuando ya veo una fuerza oscura que me está cayendo doblada, entonces yo le salgo al paso con el poder de la cruz “cósmica”, y ese poder no lo puede tronchar… o borrar sin el poder de Dios, quizás.
Sin embargo, hay otra explicación: de acuerdo con el informe técnico del Instituto de Estudios Ambientales (IDEAM), ese día se anunciaban lluvias de moderadas a fuertes con tormentas eléctricas.
- Ana Marta no te dijo que nosotros le habíamos hecho también pronóstico a ella; ella sabía de alguna manera que nosotros habíamos trabajado con ella.
- Yo creo que…
Este es Ricardo Lozano, director de IDEAM, máxima autoridad ambiental en Colombia.
Me reuní con él poco después de que comenzara el festival. Su institución pronostica el clima; no lo controla.
- El verbo control no existe dentro de.. dentro del ideal (??)… dentro del marco científico, sino es…
Si bien Lozano cree en el aporte que hacen las comunidades campesina al monitorio del clima, cuando le pregunto qué opina [de] que el festival le pague a J. E. para evitar la lluvia, su respuesta es bastante diplomática.
- Ya depende… porque... ya tú como persona privada y natural, tú también decides con el dinero que quieres invertir, ¿no? Si prefieres seguir invirtiéndolo en alguien que te dice que va a controlar el río o que va a controlar los mamíferos o que va a controlar la… el clima, o lo invierte totalmente en conocer más tu territorio o conocer lo que está pasando con la dinámica…
Por cierto, él no piensa que la radiestesia sirva para controlar la lluvia. Es simple: son dos maneras de ver el mundo. Así las explicaciones de J. E. no sean del todo claras sufren la radiestesia es tan firme como la de Lozano en la ciencia.
Mientras tanto el festival avanzó bajo un cielo nublado. Hubo lluvias aisladas, las típicas de Bogotá en abril. Aunque no se repitió el diluvio de la inauguración. Cada vez que visitaba a J. E. lo encontraba tenso, ensimismado en su trabajo, ensimismado en su trabajo, ocultándose bajo su kiosco forrado en bolsas de plástico negras donde mantenía sus herramientas. Nunca fue fácil hablar con él.
Visité a J. E. el último día del festival por la mañana mientras se preparaba para el cierre de esa noche. La angustia era evidente en sus ojos rojos. Estaba en un área acordonada, como una estrella de rock, custodiado por varios hombres que velaban por su seguridad. Cuando finalmente pude preguntarle cómo hacía su trabajo, me respondió así:
- De pronto es este tema es bastante complicado para que usted lo entienda así como diciendo “Abuelo, ¿el pájaro por qué…?”. Eso es muy complicado, la combinación de la polaridad de los cuerpos para pasar, por ejemplo, dos positivos a un negativo, o un negativo a un positivo…
En efecto, no entendí nada, pero lo que sí sé que contra todos los augurios no llovió ni una gota en la noche del cierre del festival.
Crecer en Bogotá es acostumbrarse a la lluvia. El clima es variable e impredecible, y en unas pocas horas puede pasar de una tormenta a un sol resplandeciente, o a la inversa. No en vano hay quienes dicen que Bogotá sí tiene estaciones, pero las reúne a todas en un solo día. Por eso hay que ir vestido con camiseta liviana, un saco encima, luego bufanda, chaqueta, y hay quienes llevan guantes y un paraguas, así como las gafas de sol entre del bolso.
Sobra decir que en medio de tanta esquizofrenia climática a nadie se le ocurre fijarse en el pronóstico del clima. ¿Para qué? No serviría de nada. Ante la imposibilidad de un pronóstico real, tenemos esto: dudas, un cielo ambiguo, respuestas enigmáticas, oraciones.
- Fuerzas universales espiritual y cósmica, fuente protectora de energía misteriosa, fecundo durante todo ****. Tu logo solar ***** **** *** [it makes no sense to me] vida potente, por lo que te daban… Ven hacia mí, remedia, desciende, cura mis males, quita mis aflicciones, te lo pido en tu sagrado nombre aún, aún. Escucha la voz de mi súplica, atiende mi oración…
En dos años volverá a Bogotá para controlar el clima durante el festival, porque hay dos verdades aquí, y son absolutamente contradictorias. J. E. G. no puede comprobar que él controla la lluvia, como tampoco hay un científico que pueda demostrar lo contrario.
Melba Escobar es periodista y vive en Bogotá. Esta crónica es una coproducción entre Radio Ambulante y la revista Etiqueta Negra. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Para escuchar más escucha vistita nuestra página Web: radioambulante.org
