Buenas noches. Yo soy Hans Pujenheimer.
Vine a Méjico a terminar mis estudios de *la idioma español. Cuando llegué aquí me costó un poco entender las costumbres locales como ponerle peluche al tablero del automóvil, o festejar los fracasos del equipo de fútbol en el Ángel, o ponerse bota(s) de char(r)ol con el traje.
Todo eso lo llegué a comprender, todo. Pero lo que nunca llegué a entender son esas frases tan extrañas que usan para hablar. Por eso hice este programa: Que alguien me explique. Porque todos esos mejicanos que hablan tan raro me expliquen por qué hablan así. ¿No saben a qué me refiero? Vean esta escena de esta telenovela.
-¿Cómo está la niña?
-La noto un poco mejor.
- Dime la verdad (Ron?) Por favor, dime la verdad, que me tienes con el "Jesús" en la boca.
¿Con el "Jesús" en la boca? ¡No entiendo! Osea, ¿por qué esa mujer se metió a Jesús a la boca? ¿A qué hora se lo puso ahí? y ¿para qué?, ¿para qué se lo mete ahí? Óigame, no, se puede ahogar. Óigame, no. A ver, a ver, ¡que alguien me explique! Pero eso no es todo. Vean esta otra escena:
- Armando.
- Sí, ya me dieron la noticia.
- ¡Ah!, ¿ya te contaron?
- Sí, que te casas el viernes.
- Sí, Primero Dios.
A ver, primero Dios. Osea ¿osea que Dios se casa en jueves? O, si ella se casa a las siete, ¿Dios se casa a las seis? Y si se casa, ¿con quién se casa? ¡Pero si en esta época está muy difícil encontrar una virgen! Osea, a ver, que alguien me explique.
Pero ahí, ahí no acaba el asunto. Osea, miren esta otra escena:
- Hijo, ¿qué crees?, encontré las escrituras del terreno.
- Es un milagro, mamá. Vamos a venderlas y con eso vamos y nos (...)
- Sí, hijo, sí. Si Dios nos da licencia.
Si Dios nos da licencia... Pues ¿en qué delegación trabaja? No sabía que Dios fuera burócrata. Con razón los trámites en Méjico siempre se tardan una eternidad. Lo que tampoco entiendo es, si Dios es el que da las licencias, ¿Por qué en estas fotos nadie sale divino? A ver, a ver, ¡que alguien me explique!
Y esa mujer, ¿para qué quería la licencia? No sabe que no se puede ir manejando a Europa? ¿Eh? Pero eso no es todo. Miren, miren:
- Buenos días, Cecilia.
- Buenos días, mamá.
- Ya me voy, ¿eh?
- ¿A dónde vas?
- Voy al club a nadar.
- Ve con Dios.
¿Ve con Dios? A ver, a ver, ¿por qué, si la muchacha le dice a su madre que va a nadar al club, ella le responde: ve con Dios? A poco Dios está en el mismo club. ¿Y para qué quiere nadar Dios si él puede atravesar la alberca a pie? Él camina sobre las aguas. Además, ¿a qué horas quieren que vaya al club? ¿Pues qué no Dios estará muy ocupado preparando su boda? ¿o no está en la delegación expidiendo licencias? ¿Eh? ¡Que alguien me explique!
Bueno, ya me despido. Auf Wiedersehen. Quiero decir, adiós, adiós. A Dios ¿qué? ¿Ya estoy hablando como ustedes? A Dios ¿qué? Voy a rezarle. A Dios voy a pedirle una licencia. A Dios, aaa.
Thank you. This is very helpful to me. Dave