La moneda nacional fue devaluada cuando inversores institucionales clave empezaron a liquidar sus inversiones en esa moneda en el mercado internacional de divisas.
Los inversores perdieron confianza en la voluntad o capacidad del gobierno para reformar sus malos hábitos de gastar y pedir dinero prestado.
La devaluación causa una fuga de capitales del país.
Un paquete de préstamos del Fondo Monetario Internacional supuestamente posibilitaría que el país pague el interés de sus deudas.
El gobierno deudor deberá mantener altas tasas de interés y reducir drásticamente el déficit del presupuesto.
Estas medidas de austeridad financiera están provocando sufrimiento y despertando el resentimiento del público.