Lea lentamente y claramente, por favor.
Hace ochenta y siete años, nuestros padres fundaron en este continente una nación nueva, concebida en la libertad, y dedicada al principio de que todas las personas son creadas iguales.
Ahora estamos envueltos en una gran guerra civil, tratando de averiguar si esta nación, o cualquier otra nación así concebida y dedicada, puede durar mucho tiempo. Nos encontramos en un gran campo de batalla de aquella guerra. Estamos aquí para dedicar parte de aquel campo de batalla como lugar de descanso eterno para aquellos que dieron sus vidas para que la nación pudiera vivir.
Nos toca dedicarnos a la gran tarea que aun nos queda — que aquí juremos que estos héroes no hayan muerto en vano—que esta nación, bajo Dios, tenga un renacimiento de la libertad, y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparezca de la tierra.