Pepa: Así que sigues con ese pibe, Pili.
Pili: Pues sí, y nos está yendo bastante bien. Fíjate, ya llevamos tres meses juntos.
Pepa: Es verdad. Me acuerdo de que te lo ligaste en Semana Santa y ya estamos en julio. ¡Increíble!
Pili: La verdad es que sí. Y nos llevamos de miedo. Además, parece que la relación va en serio.
Pepa: Y yo que pensé que no ibais a durar, que era una aventura de primavera...
Pili: De eso nada. Por fin me he echado un novio de verdad. De hecho, sigo convencida de que es el hombre de mi vida.
Pepa: ¡Qué suerte!, Pili. A ver si llego a conocer a alguien así un día de estos.
Pili: Pues ya es hora. Dejaste de salir con Javi hace un año y desde entonces no te has enrollado con nadie. Ni siquiera un ligue para levantarte la moral.
Pepa: Mira, Pili, ya sabes que esas cosas no me van. Ni los sitios de ligar tampoco. Prefiero encontrarme un tío de una forma sana y natural. A través de amigos, en un cursillo, en el trabajo...
Pili: Oye, ¿y el americano que te presenté el otro día? ¿Qué tal te cayó?
Pepa: Ah, muy bien, pero no creo que sea mi tipo. De todas formas, me pidió el teléfono y vamos a quedar un día de estos...
¡Muchas gracias!