Psst...

Do you want to get language learning tips and resources every week or two? Join our mailing list to receive new ways to improve your language learning in your inbox!

Join the list

Spanish Audio Request

dfranks
680 Words / 1 Recordings / 0 Comments

ENTRE LUJOS Y MANJARES Tom quedó maravillado con todo lo que vio en el palacio y con los deliciosos manjares que ese día compartió con el joven príncipe.
¡Todo era tal como lo describían los libros del viejo sacerdote! Mientras comieron a su antojo, el príncipe le ordenó a los criados que se retiraran y le hizo una serie de preguntas al pequeño mendigo: -¿Cómo te llamas? -Tom Canty, para servirte, mi señor.
-¡Vaya! ¡Qué nombre tan extraño! ¿Vives con tus padres? -Sí, mi señor.
Vivo con ellos y con mis hermanos y mi abuela.
Vivimos en uno de los barrios más pobres de la ciudad.
El príncipe averiguó todo lo que pudo sobre el mendigo y su familia.
Y a medida que Tom contestaba sus preguntas, se maravillaba de lo bien que hablaba y de sus buenos modales.
-¿Dónde aprendiste a hablar y comportarte con tanta gracia? ¿Tus padres te educaron? -Mi única educación la recibí del padre Andrés, mi señor.
Es un viejo sacerdote que tuvo la bondad de enseñarme a leer y escribir.
Gracias a él he leído muchos libros sobre la realeza y conozco muchas cosas sobre la vida en la corte y los modales de los caballeros.
-¿Sabes latín? -Sólo un poco, mi señor.
-No es tan complicado.
El griego me parece más difícil.
¿Por qué pareces un mendigo si tienes tan buena educación? -Porque eso es lo que soy… ¡soy un mendigo! Mi familia es demasiado pobre y a veces no tenemos nada qué comer.
Por eso todos los días salimos a mendigar… -¿Alguna vez has pasado hambre? -Muchas veces, mi señor.
-¡Eres la primera persona que conozco que ha pasado hambre! Y ahora dime, ¿cómo te diviertes? -Jugando con otros niños, por supuesto, mi señor.
A veces peleamos con espadas de palo o hacemos carreras para ver quién corre más rápido.
Otras veces nadamos en el río, jugamos en la arena o nos revolcamos en el barro.
¡Eso sí que es divertido! -¡Yo nunca me he revolcado en el barro! –exclamó el príncipe cruzándose de brazos-.
¡A mí nunca me dejan hacer nada! Los criados siempre me vigilan y ni siquiera permiten que me bañe en el río ni que juegue con otros niños… ¡Cómo me gustaría poder hacerlo, aunque tuviera que vestirme con harapos como tú! Ojalá pudiera, aunque sea una sola vez, una sola, sin que nadie me vigile ni me diga lo que debo hacer… -Y ojalá yo pudiera vestirme como un príncipe, mi señor, aunque fuera una sola vez, ¡una sola! -¿Eso quieres? Pues, dejaré que te pruebes mi traje.
¿Qué te parece? Y yo me pondré tus harapos.
Jugaremos a que tú eres el príncipe y yo soy el mendigo, ¿quieres? ¡Parece divertido, mi señor, por supuesto que me gustaría! –exclamó Tom Canty sin poder creer que el príncipe lo dejaría usar su fina vestimenta.
-¿Qué esperas? –dijo el príncipe sacándose sus botas-.
¡Aprovechemos antes de que alguien venga a molestarnos! LA IMAGEN DEL ESPEJO Unos minutos después, el joven príncipe de Gales vestía los harapos de Tom, quien ahora llevaba el traje del heredero de la corona.
En ese momento los dos niños se vieron ante el espejo que cubría una de las paredes del comedor y por primera vez se dieron cuenta de lo parecido que eran.
¡Eran tan similares que casi no había diferencia alguna entre ellos! Ambos tenían el mismo rostro, la misma estatura, el mismo cabello, los mismos ojos, la misma voz ¡y también los mismos modales! -¡Qué divertido! –exclamó el príncipe con alegría-.
¡Apuesto que si alguien nos ve no será capaz de saber cuál de los dos es el verdadero príncipe de Gales y cuál es el mendigo! No podía ser más cierto.
Minutos después, al verlo con los harapos, un guardia echó a la calle al pobre príncipe, dejando al mendigo en medio de los lujos y comodidades del palacio.
Y así fue cómo intercambiaron sus lugares, dando inicio a una serie de aventuras y enredos inolvidables.
¡Y todo gracias a un inocente juego entre EL PRÍNCIPE Y EL MENDIGO!

Recordings

Comments

Overview

You can use our built-in RhinoRecorder to record from within your browser, or you may also use the form to upload an audio file for this Audio Request.

Don't have audio recording software? We recommend Audacity. It's free and easy to use.