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Spanish Audio Request

dfranks
392 Words / 2 Recordings / 1 Comments

UN DÍA DE OTOÑO, en la ciudad de Londres, nació un niño en una familia pobre de apellido Canty.
Ese mismo día, nació otro niño en una familia rica de apellido Tudor.
Toda Inglaterra celebró el nacimiento del hijo de los Tudor.
La gente sacó sus banderas y las colgó de sus balcones.
Magníficos desfiles recorrieron las calles.
¡Londres estaba de fiesta! Todos hablaban del infante Tudor.
Y no era para menos.
Él era el nuevo príncipe de Gales, el primogénito y futuro heredero de la corona, destinado a pasar a la historia como el rey Eduardo Tudor.
Del hijo de los Canty, por el contrario, nadie hablaba.
Como muchos pobres, los Canty eran unos completos desconocidos en aquella ciudad de más de cien mil habitantes.
Lo llamaron Tom Canty y creció en medio de la miseria.
Vivía con su familia vivía en uno de los barrios más pobres de la ciudad, cerca del Puente de Londres, en una vieja y destartalada casa levantada en un sucio y olvidado callejón.
Su padre era ladrón y su madre pordiosera.
Obligaron a sus hijos a ser mendigos, pero no pudieron convertirlos en ladrones.
Por suerte, uno de los vecinos de los Canty era un sacerdote humilde y muy anciano que se había quedado sin hogar y apenas contaba con una pensión de unos pocos peniques.
Se preocupaba mucho por los hijos de los Canty y les enseñó a leer y escribir, además de señalarles el camino del bien.
Su alumno preferido era el pequeño Tom Canty.
Le enseñó algo de latín y pasaba horas contándole viejos cuentos y leyendas sobre gigantes, hadas, enanos, genios, castillos encantados y gloriosos reyes y príncipes.
A Tom le gustaban mucho las historias sobre la corte y los reyes de Inglaterra.
Soñaba con algún día visitar la corte y conocer a los miembros de la realeza.
Al notar el creciente interés del chico, el viejo sacerdote le enseñó todo lo que sabía sobre los reyes y a comportarse como un pequeño caballero.
También permitió que leyera sus libros, respondiendo todas sus preguntas.
Y así, poco a poco, el niño Tom Canty aprendió a hablar correctamente y adoptó modales corteses y ceremoniosos.
Por supuesto, esto generó numerosas burlas entre sus familiares y amigos.
Pero con el tiempo todos lo aceptaron y llegaron a ver al chico con respeto y admiración.

Recordings

Comments

dfranks
March 29, 2013

¡Muchas gracias!

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