De modo natural, por favor.
Decir que España ha cambiado enormemente en los últimos años es una obviedad. Algunos cambios son para bien, otros no tanto. Contemplando el fenómeno en conjunto, la mejora parece indudable: por primera vez en la historia de este país está echando raices la democracia, y estamos saliendo al fin de un atraso y aislamiento de dos siglos. Pero por todo ello ha habido que pagar un alto precio. Mirando la situación en lo menudo, hay nuevas costumbres deleznables, prepotencias ridículas. No todo lo que brilla es oro, desde luego.
Pero de lo que no cabe duda es que, para mal y para bien, nuestra sociedad es muy distinta de lo que ataño fue. Pues bien, esto que es una pura evidencia para todos nosotros parece ser una realidad difícil de aceptar para los países que nos rodean. Los europeos nos han congelado en una imagen de pandetera y guerra civil, de viejos enlutados y con boina, de crucifijos, monjas y puñales. Decidieron hace muchísimos años cuál era la especifidad de lo español: un pueblo pobre, inculto, dictatorial, irracional y retrasado. Y se niegan a abandonar el estereotipo.
Son tan cómodos los estereotipos! Te ahorran el esfuerzo de tener que pensar y te tranquilizan con su espejismo de un mundo inmutable. Además, estos estereotipos de pueblos retrasados y miserables son doblemente útiles, porqu engordan el etnocentrismo y el orgullo patrio, y te hacen sentir superior al vecino. En su comportamiento profundamente humano; también los españoles, por supuesto, aplicamos el mismo estereotipo a otros pueblos, y nos negamos a reconocer su evolución y sus avances.
Rosa Montero
Muchas gracias :)