Psst...

Do you want to get language learning tips and resources every week or two? Join our mailing list to receive new ways to improve your language learning in your inbox!

Join the list

Spanish Audio Request

Arturro34
419 Words / 1 Recordings / 0 Comments

En el Mercado

—¡Venga para acá, señora! ¿Qué le damos hoy? ¡Mira estas verduras tan frescas! Me las acaban de traer,
¡mire qué tomates, qué lechugas...! ¿Qué busca Ud.? Dígame qué busca que aquí tenemos de todo, fresco y
barato. Un momento, señora, no se vaya, vea estos huevos que acaban de llegar, y a tres pesos la docena
solamente; un regalo, ¿no cree Ud.? Pero señora , cómo cree que los puedo dar a uno cincuenta cuando a
mí me costaron dos y medio? No gano casi nada, pero venga, no se vaya, se los dejo un poco más baratos.
¿Cuánto me da? Le apuesto que no va a encontrar nada mejor en todo el mercado. Tómelos, se los doy a
dos cincuenta...dos cuarenta, entonces...¡señora!...¡venga, no se vaya!

Esto mismo le decían a Marta o a Pat en cada puesto por donde pasaban, y todo el mundo parecía hablar al
mismo tiempo. El ruido era enorme, aquello parecía una casa de locos. Pero Marta, que estaba
acostumbrada a estas cosas, seguía andando muy tranquila sin poner atención a las ofertas que le hacían; y
Pat, que sólo iba ese día para aprender, tomaba la misma actitud de su amiga. De vez en cuando, Marta
preguntaba el precio de alguna cosa, y cuando se lo decían, contestaba con un pequeño comentario, tal
como "carísimo", "no me gusta", etc., o simplemente hacía un gesto que significaba lo mismo. Otras veces
no decía nada y seguía muy tranquila, dejando a la persona que vendía, llamándola y diciéndola la misma
cosa de siempre: "un momento, señora, no se vaya, hágame una oferta, se lo dejo más barato", etcétera,
etcétera.

Por fin llegaron a un puesto, que se llamaba "El Regalo." El propietario era un italiano que hacía muchos
años que vivía en Surlandia y que siempre estaba hablando de volver a Italia para pasar allá los últimos años
de su vida. Su nombre era Vittorio Martini, y aunque había vivido muchos años en Surlandia nunca había
podido, o no se había preocupado, de aprender a hablar bien en español; hablaba con un acento tan grande
que a veces no se sabía si era en italiano o en español que estaba hablando. Don Vittorio sabía que a la
signora Marta , como le decía a Marta, aunque era buena cliente, le gustaba mucho discutir por los precios y
fácilmente podía confundir y convencer a cualquiera de sus empleados. Por eso él mismo en persona
prefería atenderla cada vez que ella venía a comprar.

Recordings

Comments

Overview

You can use our built-in RhinoRecorder to record from within your browser, or you may also use the form to upload an audio file for this Audio Request.

Don't have audio recording software? We recommend Audacity. It's free and easy to use.

Sponsored Links