Natural speed please.
EL RESURGIMIENTO DE PAÍSES NO ALINEADOS,
MÁS IMPORTANTE QUE LA ALIANZA DE POTENCIAS
El Boicot Petrolero es sólo el
Primer Ejemplo de su Poder
Posiblemente, el cambio más interesante
en el equilibrio mundial en esta década no
va a ser el fin de la primacía de los dos
grupos militares predominantes y el
principio de un alineación pentagonal
distribuido entre los Estados Unidos,
Rusia, la Comunidad Europea, China y
Japón. Lo que estamos observando, y lo que
a la larga tendrá más importancia, es
que las naciones subdesarrolladas no
alineadas están surgiendo como una
efectiva fuerza global.
Esto no es debido a su inmensa
población (la que Houari Boumedienne,
presidente de Argelia, una vez calificó
como “la bomba atómica del Tercer Mundo”);
más bien, será que esta incipiente
agrupación de países posee algunas materias
primas claves, cuya retención
eventual puede debilitar, si no
paralizar, a algunas potencias industriales.
El petróleo es sólo el primero y más
notable ejemplo de lo eficaz que
puede ser esta política en una situación
de emergencia. En febrero de 1971,
Boumedienne advirtió: “El petróleo está
en la tierra argelina, por lo tanto debe
utilizarse en provecho de la economía
nacional de este país, y no para el
beneficio de otros, de naciones más
ricas. Toda la riqueza de esta tierra
pertenece al pueblo de Argelia ... El
Estado argelino, de acuerdo con el Derecho
Internacional, puede nacionalizar cualquiera
concesión extranjera. Efectivamente,
al día siguiente, Boumedienne nacionalizó
el 51 por ciento de la concesión petrolera
francesa. En julio de 1972 predijo una
crisis de energéticos a raíz de la cual
el Cercano Oriente y Africa del Norte llegarían
a ser vitales para el desarrollo mundial.
Existe poco desacuerdo respecto a esto
entre los paises productores de petroleo,
por mucho que se critiquen entre sí y
discutan sobre otros asuntos. El cha de Irán,
aunque políticamente esté situado en el polo
opuesto a Boumedienne, sostuvo en abril de
1973: “La Carta de las Naciones Unidas
establece específicamente que toda riqueza
natural de un país pertenece a ese país”.
Fue él quien le advirtió a los EE. UU.,
en 1961, que no hacían lo suficiente para
proteger debidamente su acceso al petróleo
extranjero.
El petróleo y el gas natural forman
sólo parte del cuadro. Son inevitables
nuevas reducciones en otras áreas.
Por ejemplo, Zaire, Zambia, Chile y Perú
son los mayores proveedores de cobre y,
a pesar de diferencias ideológicas,
han coincidido en restringir las
exportaciones si la actual estructura
favorable de precios amenaza con fracasar.
Este mismo tipo de lógica parece
susceptible de ser aplicada a otras materias
primas indispensables, reteniéndolas fuera
del mercado y al mismo tiempo aumentando los
precios: la ley de la oferta y la demanda
puede constituir un arma efectiva si la
emplean correctamente. Se aproxima el día
en que el Tercer Mundo, por motivos económicos
(y sin comprometer, necesariamente, su
neutralidad), aplique más y más presión
sobre el resto del mundo mediante la
restricción del acceso a materias cada vez más
numerosas. Ya es hora, por lo tanto, de que
las naciones occidentales técnicamente avanzadas
acuerden actuar al unísono a fin de
hacerle firente a las inevitables dificultades
que podrían perturbar todavía más su progreso.
Si no lo hacen así, algunas naciones
occidentales se enfrentarán con la posibilidad
de que en una o dos décadas, por razón de sus
múltiples compromisos sociales consigo
mismas, ellas - y no el Tercer Mundo -
constituyan el segmento subdesarrollado del
planeta.
