Con velocidad natural, bastante rapida, por favor. Espanol europeo preferido. Gracias de antemano
11
-No puedo más, Pepa. Necesito unas vacaciones.
-Y yo... Esto de currar tanto no es sano.
-¡Ni que lo digas! Llevo una racha que no paro. Hoy he pasado toda la mañana pegada al ordenador sin descansar.
-¿Y tus compañeros de trabajo? ¿También están agobiados?
-¡Qué va! Yo estoy a tope y ellos están allí charlando. No dan ni golpe.
-Vaya... ¿Y qué tal la nueva chica que acabáis de contratar?
-¿Ésa? ¡Es una enchufada! La han cogido porque su padre
es amigo del presidente. Y se pasa el día haciendo la pelota al jefe. Es para vomitar, tía...
-Desde luego...
-En fin, estoy hasta el gorro del trabajo. Y no aguanto más a mi jefe.
-¿Qué dices? Siempre te has llevado bien con Arturo...
-Sí, pero desde que le han ascendido y es un pez gordo en la empresa, se ha puesto insoportable.
-Vaya...
-Total, chica, estoy super quemada. A ver si consigo que me despidan.
-Y si te echan, ¿qué harías? ¿Vivirías del paro?
-Pues claro, mientras que me organizo. Y luego a lo mejor me monto un negocio. Algo rentable, claro.
-¡Estás loca! ¿Y cómo lo harías? No tienes capital...
-Eso es lo de menos... Ya verás, Pepa, ¡voy a triunfar!
12
-Cuidado con tu bolso, que hay dos chorizos detrás.
-¿Ah sí? Pues ya me han robado una vez en el Rastro,
y si lo intentan otra vez, se van a enterar.
-Estamos a salvo. Se han pirado.
-Oye, Pepa, ¡qué mesa más chula! ¿La ves?
-Sí, es bonita. Anda, pregunta cuánto piden por ella.
-Venga, ahora vuelvo.
(Dos minutos después)
-150 euros. Carísima, ¿no?
-Un robo, tía. Venga, ofrécele la mitad y a ver lo que te dice.
-¡Que no!, Pepa. Yo no valgo para el regateo.
-Pues, déjalo entonces. ¿Nos damos una vuelta y vemos más puestos?
-¡Espera! ¿Crees que de verdad me bajaría el precio?
-Por intentarlo no pierdes nada.
-Bueno, pero acompáñame y me ayudas a discutir el precio, ¿vale?
(Se acercan al vendedor)
-Escuche, si nos la da por 75 euros, nos la llevamos.
-Le cuento, señorita, esta mesa es antigua. Era de mis
bisabuelos.
-¡Anda ya! No me engañe, que es de pino y no tiene más
de diez años.
-Mire, se la dejo a su amiga en un precio especial. Deme 100 euros y estamos en paz.
-Que no. 80 euros, última oferta. Vámonos, Pili, que veo más mesas por allí...
-Está bien, está bien, deme 85...
(Unos minutos después)
-Bueno, tirada, tía. ¡Qué chollo!
-Sí, ha sido una ganga al final. Y esta mesita va a quedar monísima en tu salón.