Con velocidad natural, bastante rapida, por favor. Espanol europeo preferido. Gracias de antemano
9
-¡Qué aceitunas más buenas!
-Ya te dije que aquí ponían unas tapas muy ricas. Anda,
prueba las patatas bravas también, que están que te mueres.
-Tienes razón. Y además esta cañita está buenísima.
-Sí, aquí tiran la cerveza de miedo.
- Pues nada, hay que venir más veces a tomar el aperitivo.
-Oye, ¿pedimos otra cosa para picar? ¿Una ración de
boquerones en vinagre, por ejemplo?
-Venga...
-¡Oiga! Nos pone unos boquerones en vinagre
cuando pueda...
(Unos minutos después)
-Bueno, Pili, ¡vaya juerga lo de anoche!
-Sí, estuvo genial. Y ese chico irlandés en el pub de Huertas era la monda.
-¿El que imitaba a Travolta? Pues tenía una marcha...
Me agotaba sólo verlo bailar.
-Y a mí... y eso que pensaba que los guiris eran unos muermos totales.
- Pues ése desde luego que no. ¿Qué pasa? ¿Te gustó?
-Un pelín. En fin, hemos quedado este viernes para tomar algo por ahí.
-¿Ah sí? Oye, Pili, ¿y tu novio, qué?
-¿Paco? ¡Está todo el rato de juerga con sus amigos! ¡Vete tú a saber!
-Pues sí, se pasa un poco. En fin, ¿tomamos otra caña?
-Vale, la penúltima. (al camarero)¡Oiga! Otra ronda por
favor...
10
-Pepa, ¿me puedes prestar 50 euros? Estoy sin un duro.
-Pero ¿no acabas de cobrar hace unos días?
-Sí, pero me he gastado una pasta en las rebajas. Bueno, y ni te cuento lo de mi factura de teléfono. Casi me da un ataque.
-Claro... ¡A quién se le ocurre tener un novio en Irlanda!
-Eso es asunto mío, guapa. Anda, te los devolveré la semana que viene.
-Toma, 50 euros... Aunque eres boba, tenías que haberte
quedado con el otro, que estaba forrado.
-Bueno, iba de rico pero nunca llevaba nada encima.
De hecho, íbamos a medias casi siempre.
-Vaya, un tacaño, ¡lo peor! Aunque eso de pagar cada uno lo suyo es bastante normal hoy en día.
-Ya, pero los tíos ganan más y encima no tienen gastos.
Como viven todos en casa de sus padres...
-Tienes razón. Son unos sinvergüenzas.
-Oye, Pepa, ¿y cómo es que tú nunca estás mal de dinero?
-Porque ingreso una parte de mi sueldo en una cuenta de
ahorros que sólo toco en momentos de apuro.
-¡Qué previsora! En fin, Pepa, estoy harta de estar siempre en la miseria.
-Pues apriétate el cinturón y ahorra un poco, chica.
-No puedo. Tengo una idea mejor. Vamos a jugar a la lotería...
-¡No seas tonta! Eso es tirar el dinero.
-Oye, nunca se sabe... Venga, Pepa, ¡nos vamos a forrar!