El tornillo de banco o torno de banco es una herramienta que sirve para dar una eficaz sujeción, a la vez que ágil y fácil de manejar, a las piezas para que puedan ser sometidas a diferentes operaciones mecánicas como aserrado, perforado, fresado, limado o marcado. En Argentina recibe el nombre popular de morsa, denominación que asimismo se le da en italiano y portugués.
Se suele asentar en una mesa o banco de trabajo, bien atornillada a la superficie de la misma o apoyada en el suelo del taller. Tiene dos quijadas, una fija y la otra movida por un tornillo, normalmente de rosca cuadrada o trapezoidal, que gira gracias a una palanca, entre ellas se fijan las piezas a mecanizar. Para no dañar las superficie de las piezas se suelen colocar unas protecciones llamadas galteras o bien, "mordazas blandas", realizadas en plomo u otro material blando.
Esta herramienta es fundamental en la manufactura de cualquier producto del hierro o cualquier otro material que tenga que sujetarse para trabajarlo. Operaciones como aserrado, limado o marcado, precisan de un eficaz sujeción, a la vez que ágil y fácil de manejar. Estas características son, precisamente, las que posee esta herramienta.
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La lima es una herramienta manual de corte utilizada en el desgaste y el afinado de piezas de distintos materiales como metal, plástico o madera. Está formada por una barra de acero al carbono templado (llamada caña de corte) que posee unas ranuras llamadas dientes y que en la parte posterior está equipada con una empuñadura o mango.
El uso de las limas se remonta a los inicios de la historia de la humanidad, existiendo indicios de haber sido la primera herramienta de corte inventada por los hombres.
La lima metálica más antigua que se tiene conocimiento fue encontrada en la isla de Creta en el mar Mediterráneo por una expedición arqueológica de la Universidad de Pensilvania. Se estima que fue fabricada en el año 1500 a. C..
Los arqueólogos han descubierto en Egipto escofinas hechas de bronce que datan de los años 1200-1000 a. C. También han descubierto escofinas hechas de hierro usadas por los asirios del siglo VII a. C.
Según la longitud de la caña de corte las limas pueden tener distintos tamaños, que normalmente se expresan en pulgadas, existiendo un baremo de 3 a 14 pulgadas.
También el granulado de las limas varía en función del trabajo o ajuste a realizar, existiendo limas de basto, entrefinas, finas y extrafinas. Relacionado con el tipo de granulado está el picado del dentado que puede ser cruzado, recto o fresado.
Cuando se trabaja con las limas es normal que los dientes queden saturados de las pequeñas partículas de metal desprendidas. En estos casos existe un cepillo (carda) con púas metálicas que sirve para la limpieza y extracción de estas partículas. Las limas deben protegerse de golpes y mal uso porque se deterioran con facilidad.