EN EL RESTAURANTE
CAMARERO: ¿Qué van a comer los señores?
VEGA: Yo quiero un bistec. ¿Qué va a pedir Ud.?
PÉREZ: No sé todavía. Un momento, por favor.
(Poco después)
VEGA: ¿Está listo, mi capitán?
PÉREZ: Sí. Voy a comer pescado frito con arroz y ensalada.
(Al camarero)
¿Puede poner todo en un solo plato?
CAMARERO: ¡Por supuesto, senor!
CAMARERO: ¿Desean alguna otra cosa?
VEGA: No, gracias; eso es todo
UN CENA
Mi señora y yo vivimos en Santa
Catalina, la capital de Amerindia. En esta capital pintoresca, ciudad donde hay gente de todo el mundo, tenemos muchos amigos de Centroamérica. A veces, algunos de ellos van con nosotros a visitar lugares de interés o vienen a nuestra casa.El próximo sábado, por ejemplo, el teniente José María Fuentes y su esposa, Juliana, van a venir a nuestra casa. Ellos son de Guatemala, pero van a estar aquí tres semanas de vacaciones con los padres de Juliana. Mi señora quiere cocinar algo especial para ellos. Va a preparar arroz blanco, frijoles negros, carne asada y ensalada mixta. Por supuesto, va a comprar cerveza, porque José María no toma vino con la cena. Si no tenemos ningún problema, todo va a estar listo el sábado por la tarde.
El domingo, los padres de Juliana van a celebrar una fiesta, pero no vamos a poder ir porque ese día es el cumpleaños de mi señora. Esa noche nosotros queremos ir a cenar a un restaurante español.
EN EL RESTAURANTE
La fonda El Pollo Asado está en la Calle Colón, a un lado del Parque Central de la ciudad de Santa Catalina. Es un restaurante modesto, pero la comida es sabrosa y barata. Los camareros de esta fonda,
como en casi todos los restaurantes de Latinoamérica, son hombres. Pancho siempre va a comer a esta fonda al mediodía. Generalmente,
en su mesa hay un mantel rojo y blanco, y en el centro unas flores,un salero y una fuente con pan. Cuando él llega al restaurante, pide el menú y mientras lee la lista de los platos del día, el camarero pone en la mesa la servilleta y los cubiertos, un cuchillo, un tenedor y una cuchara. Hoy tienen algo muy especial por solamente tres dólares: ensalada mixta, sopa de pescado, corvina en salsa de tomate, y de postre, helado de vainilla. Pancho pide el plato especial, y mientras preparan la comida,fuma un cigarrillo.
¡Camarero, por favor! Necesito un cenicero. - ¡Aquí tiene Ud. uno, señor!
Después del almuerzo, Pancho toma
café, paga la cuenta, y sale de la fonda muy contento.