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Primero definamos el término psique: en psicología este término es empleado para denominar el estilo de procesamiento y visión bajo la cual funciona nuestra mente. Y es bien sabido, que poseemos ambas psiques, solo que una suele predominar más sobre la otra. Es por eso que vemos a muchas mujeres con una fuerte psique masculina y a hombres con psiques femeninas predominantes... y viceversa.

Segundo, definamos qué es un rebound: fenómeno basado en un mecanismo de defensa humano que busca aliviar a la persona del dolor, rechazo, pérdida y decepción. Como sabrán para muchos la faceta de rompimiento,estas emociones son insoportable, por lo que recurren a métodos de autoengaño para producir un efecto sedante.
Una de las grandes diferencias entre la psique masculina y la femenina a la hora de romper, es que la primera se vuelve a involucrar románticamente de manera más fácil y rápida, mientras que la segunda tiende a esperar demasiado retrayéndose y analizando… por lo que recomiendo mantener nuestro “YING YANG” bien equilibrado a la hora de terminar y comenzar de nuevo.
El gran peligro de la psique femenina es llegar a enconcharse o retraerse demasiado y no darse la oportunidad de experimentar nuevas emociones cuando el momento es adecuado. Esta psique utiliza las estrategias de comunicación y reflexión para sobrellevar el dolor. Muchas veces llegando al punto de desarrollar pensamientos obsesivos compulsivos que la empujan a castigarse constantemente, sentir que no es merecedora de amor y culpabilizarse por ser vulnerable. Hasta encerrarse y sentir pavor de abrir su corazón.
Pero hay otro fenómeno que puede ser más peligroso ya que involucran a personas que no deben pagar los platos rotos de otros.
La psique masculina se caracteriza por ser SOLUCIONADORA DE PROBLEMAS: la misma no se siente cómoda sentada y sintiendo sus emociones dolorosas. Si la misma siente malestar de perder a su pareja, entonces se exigirá salir y buscar a la primera persona que le valide como persona, que ocupe ese espacio dejado y le llene el vacio.
Esta psique, se lanza tan rápidamente en la búsqueda de quien le quiera, no realiza que al hacer esto se pierde la oportunidad de sanar psicoafectivamente, no comprende que involucrarse de una puede aliviar el dolor pero no sana las heridas.
El problema radica en que la psique masculina no realiza que el amor de otra persona no necesariamente sanará su corazón, y que atribuir el mismo escenario y las mismas expectativas de la antigua relación, condena la situación a un fracaso. Se debe aprender a tomar responsabilidad de su propio dolor y no huir del mismo. Justo en estas situaciones es cuando uno debe reunirse con los buenos amigos, familiares y hasta ayuda profesional.
Una psique masculina es como una fiera muriéndose de hambre, hambrienta comerá cualquier cosa. Lo primero que vea en frente, hasta puede llegar a pensar que está profundamente enamorad@ como mecanismo de defensa para aliviar un dolor existencial. Con tal de no experimentar una fase tan abrumadora, la psique masculina buscará intensificar la relación a igual escala que la terminada. Es como hacer que la nueva relación sea una fotocopia de la anterior.
Generalmente, la psique masculina al entrar en un rebound se engaña a sí misma y a su pareja haciendo creer que las cosas serán para siempre, que es el amor de la vida, que no puede vivir sin esa persona, entre otros. Una psique masculina herida busca recibir y solamente recibir emocionalmente, validarse, probarse a sí mismo que puede y que es admirad@, amad@, desead@ que todavía tiene el ego bien puesto… recuerden que esta psique es orientada a resultados, es más agresiva, impaciente y competitiva.
Pero una vez su hambre ha sido saciado, es cuando decide volverse más “picky” o selectiv@ con lo que quiere y necesita, mostrando desinterés de su pareja momentánea. Esa pareja momentánea es la que generalmente sufre el golpe, ya que la psique masculina lastimada se presenta en la vida de esta persona mostrando calor, aprecio y una ternura incomparable, así como pasión desenfrenada como de cuento de hadas. Es como un rush de intensidad estilo telenovela que abruptamente se retira de la escena.
La gran mayoría de los rebounds no duran porque a la psique masculina se le vuelve muy difícil mantener la relación, ya que eventualmente realiza su autoengaño y que esa nueva persona fue completamente idealizada en base a la persona anterior.

¿Cuándo es el momento indicado para entrar a una relación?

El mejor momento para que una persona con cualquiera de las dos psiques se vuelva a involucrar con una persona es cuando esta “NO TIENE LA NECESIDAD DE INVOLUCRARSE” . Sonará irónico pero mientras uno se sienta que tiene que estar en una relación para escapar de su dolor, no estará listo para comprometerse psicoafectivamente.
Ambas psiques deben comprender que el mejor momento para involucrarse en una nueva relación es cuando su DESEO DE DAR SE BALANCEA CON SU NECESIDAD DE RECIBIR, si no lo cumple. la persona se mostrara más necesitada y absorbida en sí misma. Cuando ambas psiques se involucran con una nueva persona desde una posición de debilidad y necesidad, utilizará esta persona para llenarse hasta que logre recuperar la fuerza y validación que alguna vez vio desmoronarse, y es ahí cuando se busca a otra persona o se realiza que necesita tiempo a solas.