Una dieta aceptable
El señor Domínguez está malo. La señora Domínguez llama por teléfono al médico. El médico llega poco después.
- Buenas tardes, señora Domínguez. ¿Dónde está el enfermo? ¿Cómo está?
- Está en la cama. Estamos muy intranquilos, porque tiene dolores muy fuertes todo el día.
La puerta está abierta. El doctor pasa y saluda al enfermo.
- ¿Cómo está Vd., señor Domínguez?
- No muy bien, doctor - contesta el enfermo con voz débil.
Después de un atento examen, el doctor exclama:
- ¡Valor, señor Domínguez! No es gran cosa. Tiene Vd. una salud excelente. Pero tiene que estar a dieta algún tiempo.
- ¿Qué? ¿Estar a dieta? ¿Yo? ¡Mal asunto!
- No queda más solución. Debe Vd. comer solamente carne de pollo y verduras. Y sólo debe beber un buen vino tinto. Y poco café para el desayuno ...
Ahora, el señor Domínguez está tranquilo.
- Bueno, doctor, pollo y vino todos los días. ¡Así estoy a dieta toda la vida!