Psst...

Do you want to get language learning tips and resources every week or two? Join our mailing list to receive new ways to improve your language learning in your inbox!

Join the list

Spanish Audio Request

_undertoad
528 Words / 1 Recordings / 1 Comments
Note to recorder:

¡Todos acentos son bienvenidos! Por favor, hable claramente y un poco lentamente. Por favor, utilice un buen micrófono. ¡Gracias!

HISTORIA 3

Un Niño Encadenado

HACE pocos días vi un extraño espectáculo en la ciudad de Nueva York. ¡Vi a un niño encadenado!

—¿Qué? —preguntarás con asombro—. ¿Un niño encadenado en estos tiempos?

Sí, un niño vivo y real, a pesar de que Abrahán Lincoln liberó a los esclavos hace muchos años.

El niño era bastante pequeño, lo cual me hizo pensar que era muy tierno, pero su rostro tenía una apariencia tan rara y envejecida que no pude calcular la edad que tenía. Cuando lo miré me sentí sacudido al verlo fumar un cigarrillo como una persona adulta. Y decidí hablar con él.

—¿Por qué fumas a tu edad? —le pregunté amablemente.

—Señor, no puedo dejar de hacerlo —me respondió en forma franca.

—¿No puedes dejar de hacerlo? —respondí muy impresionado—. Me parece muy extraño. ¿Qué edad tienes?

—Trece años.

—¡Trece años! —exclamé—. ¿Y desde cuándo fumas?

—Desde hace tres años —me respondió.

—¡Trece años! —repetí atónito—. ¿Quieres decir que fumas desde los diez años de edad?

—Sí; así es. Los otros muchachos fumaban, y yo también comencé a hacerlo.

—¿A cuáles muchachos te refieres?

—A todos mis compañeros de la escuela —me respondió—. La mayoría de ellos fuman.

—¿Y los demás estudiantes también lo hacen? —le pregunté.

—Sí; yo los he visto fumando —me respondió.

Me quedé boquiabierto; y me preguntaba cuántos niños serían esclavos del hábito de fumar.

—Bueno —le dije—, supongo que no podrás dejarlo cuando quieras.

—Así es. No puedo dejarlo. He tratado de hacerlo pero no he podido.

—Entonces eres un esclavo —le dije.

—Creo que sí —me dijo fríamente.

¡Un esclavo a los trece años!

—Te estás envenenando —le dije—. Cuando seas hombre te sentirás muy preocupado. Nunca podrás jugar o trabajar bien si sigues fumando.

—Lo sé —me respondió—. Cuando corro me agito mucho.

Este pequeño esclavo ya experimentaba, a los trece años de edad, los efectos dañinos del tabaco. "¡Pobre pequeño esclavo!”, pensé.

Hablamos un poco acerca de los daños del hábito de fumar y de la importancia de abandonar cuanto antes ese vicio.

—Tienes que usar toda tu fuerza de voluntad para hacerlo —le dije—; y tienes que hacerlo ahora mismo.

—Quizá lo haga cuando me haya fumado todos estos cigarrillos —me dijo señalando una cajetilla que agrandaba el bolsillo de su chaqueta.

—¡No! —le dije firmemente—. Si quieres dejarlo hay sólo un momento para hacerlo.

—Y ese momento es ahora —me dijo sonriendo—. Lo sé.

Su respuesta me infundió esperanza.

—Hijo, estás en lo cierto —le dije—. Ya sabes qué debes hacer. Comienza ahora, y bota esos cigarrillos. ¿Lo harás?

—Pienso que lo voy a hacer —me respondió.

—¡Magnífico! —le dije en tono de aprobación—. Prométeme que nunca más tocarás este vicio terrible.

—¡Lo prometo!

Nos estrechamos las manos, y elevé una oración para que Jesús ayudara a este jovencito a vencer en la batalla que comenzaba a pelear.

Cuando nos separamos tenía en su rostro una apariencia de triunfo. Mi pequeño amigo se había encaminado hacia la liberación de su esclavitud. Sus cadenas habían comenzado a quebrarse.

¿Las habrá roto completamente? ¿Habrá entrado en una vida nueva de libertad? ¿Habrá cumplido su promesa?

¡Espero que sí!

Recordings

Comments

luviano72
Jan. 23, 2020

Very well writte. Me encanto!

Overview

You can use our built-in RhinoRecorder to record from within your browser, or you may also use the form to upload an audio file for this Audio Request.

Don't have audio recording software? We recommend Audacity. It's free and easy to use.