A mis hijos les prevengo sobre cómo los coches a menudo no paran en esta calle y cruzarla es peligroso.
A pesar de que mi novia me advierte de que el calentador no sirve, me ducho muy temprano en el agua fría.
Me tiendo en mi cama y me quedo allí hasta varias horas más tarde cuando me levanto.
Tomás me propone unos cambios y juntos solucionamos los errores en nuestro programa.
A menudo la diferencia entre las películas que les aburren a mis hijos y las que les encantan es cuántas explosiones tienen.
El hombre siempre se siente triste cuando deja su familia para viajar, pero suele salir sin pesar porque cada vez ellos se despiden de él con mucho cariño.